Con el lavatorio de los pies por monseñor Ulloa, privadas de libertadrememoran la última cena de Jesús
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- 18 abr
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En medio de lágrimas, regocijo, profunda espiritualidad y una emotiva ceremonia, 12 privadas de libertad del Centro Femenino de Rehabilitación; Cecilia Orillac de Chiari; (Cefere), recrearon este jueves santo junto a monseñor José Domingo Ulloa, la escena en la qué hace más de dos mil años Jesús les lavó los pies a sus doce apóstoles durante la última
cena.
La homilía realizada en la capilla del Cefere tuvo un mensaje centrado en la
reconciliación, el amor, la libertad y la dignidad de cada individuo.
Lo importante no son los fallos que cometimos, lo importante es qué queremos hacer con
nuestras vidas, por eso debo borrar mi pasado y proyectarme en mi presente y
futuro, manifestó monseñor Ulloa.

Profundamente conmovida y con lágrimas encontramos a la privada de libertad
Kristi Bulgin, quien narró que fue la última en ser seleccionada para el lavatorio de
los pies, y que su reencuentro en la iglesia católica ha sido una experiencia muy
bonita, sobre todo en este momento que atraviesa por un duelo y que ha
encontrado refugio en Dios.
Para Karina Pimentel, esta ceremonia fue muy especial porque muchas de las
palabras dichas por Monseñor le quedaron grabadas y las llevarán a hacer las
cosas mejor.

No todo es malo e independientemente de nuestros errores nosotras tenemos
que ser fuertes porque Dios no tiene límites para querernos, amarnos y
tener misericordia.
Ingrid Núñez, señaló que esta experiencia la llena y la reconforta, y aunque en
calidad de extranjera es más difícil porque están a distancia de las personas que
aman y muchas cosas que les impiden compartir con ellos tienen a Dios en sus
corazones, apoyándoles, reconfortándolas y dándoles la valentía y la fuerza que
necesitan para afrontar sus procesos.
Yohana Ortega, directora del Cefere, destacó que en ellas están reafirmando la fe
que debe existir en cada uno de los seres humanos, aceptando que Dios es un
Dios de amor y que ellas son mujeres dignas de amar y de amarse.
Las privadas de libertad se prepararon todo el mes de marzo con los grupos de
apoyo de la Pastoral Penitenciaria para las diversas actividades de Semana
Santa.




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